Cuando la Fibrosis Quística afecta el aparato digestivo se producen secreciones espesas que obstruyen los conductos del páncreas y no dejan salir las enzimas digestivas hacia el intestino delgado, las cuales son necesarias para convertir los alimentos en nutrientes. Por este motivo, los alimentos no se digieren ni se absorben y traen como consecuencias retardo en el crecimiento, desnutrición y deficiencia de algunas vitaminas y minerales.
La incorrecta digestión de las grasas puede producir deposiciones frecuentes, voluminosas, grasosas y de mal olor (esteatorrea). Adicionalmente, el espesamiento de las secreciones en el intestino puede causar obstrucción intestinal y dolor abdominal. Otras manifestaciones gastrointestinales que puede presentar el paciente son: prolapso rectal (el intestino se sale por el ano), problemas hepáticos, reflujo gastroesofágico y pancreatitis.
¿Cómo es el tratamiento?
El tratamiento consiste en la suplementación de las enzimas digestivas para lograr que los alimentos sean digeridos y absorbidos y así mejorar el estado nutricional de los pacientes. La alimentación de los pacientes con Fibrosis Quística debe ser equilibrada e individualizada según los gustos y requerimientos de cada persona. Las comidas deben consumirse en horarios específicos e iniciar con las enzimas digestivas, se recomiendan 3 comidas principales y 2 comidas ligeras (media mañana y media tarde). En situaciones donde el paciente suda mucho (calor, ejercicio, fiebre) es posible que este pierda grandes cantidades de sal y que sea necesario reponerla aumentando la ingesta.
Adicionalmente se deben administrar suplementos nutricionales como vitaminas liposolubles (A, D, E, K), que son las que se absorben con las grasas, se recomienda la administración oral diaria de vitaminas A, D y E; la vitamina K solo se debe administrar cuando existen alteraciones de la coagulación, colestasis y antes de cirugías. También es importante el aporte adecuado de hierro, zinc y calcio.
¿Cómo es el consumo de las enzimas pancreáticas?
Las enzimas tienen una cubierta que las protege de su destrucción en el estómago y deben llegar intactas al intestino para poder actuar. No las triture, mastique o diluya y tómelas al principio de las comidas, preferiblemente con jugos ácidos. Las dosis dependen del peso del paciente y la cantidad y tipo de comida que se ingiera.
Colaboración de Alejandra Saldarriaga Angel, Médica y residente de Pediatría de la Universidad de Antioquia.